El Doctor Stephen Strange descubre que hay criminales de los bajos fondos que están traficando con algo inaudito. ¡Las páginas del Libro de Vishanti y otros objetos sobrenaturales!
Para evitarlo convoca a los Defensores, descubriendo que detrás de todo está el Sindicato del crimen, que dirigidos por alguien en las sombras están haciendo acopio de estos objetos sobrenaturales y secuestrando civiles con algún oscuro objetivo.
¡Vuelve la Dinoliga! En una segunda temporada cargada de más emoción, más intriga y por supuesto, más dinosaurios.
La primera misión de los defensores comenzó torcida ya que pilló al Dr.Strange de promoción de su película y la primera decisión que tomó, fue no presentarse él mismo para ir a investigar. Así que los defensores se plantaron sin líder, y con una alineación de circunstancias, Luke Cage y su novia (Jessica Jones no, el rubito), Ojo de Halcón Viajes, Valkiria blanquita, Caballero Lunatico y un motivado Daredevil que demostró su visión de victoria. Ejem..
Lamentablemente para los héroes, se toparon con un sindicato del crimen (¿Acaso los hay de otro tipo?) de un universo paralelo, donde las figuras están bien pintadas y con un Kinping en blanco y negro tenía muy mala ostia tirando los dados.
El sindicato reunió a lo mejor de cada casa, y sobre todo los más guapos, Lagarto, Octopussy, Misterio, Kraven, Transkmaster y el susodicho Kingpinguino. Ante tal cúmulo de belleza imposible no caer rendido por el síndrome de Stendhal… o por su olor.
El Kiosko murió en acto de servicio. Sin él nada será igual. ¿Quien parará las ostias? ¿Donde compraremos el Interviu? |
Así las cosas, a pesar de los esfuerzos del diablo rojo vendedor de cupones (líder in pectore defensor) las ostias empezaron a caer y la defensa defensora (si, la coherencia escribiendo hace tiempo que se fué) parecía liderada por Umtití.
Destacó el concurso de Kinping-pong, que apalancó sus enormes posaderas en un portal y de allí no lo sacaron ni con una grúa, al igual que un lagarto Juancho que repartió mordiscos a tutiplén.
Kraven puso trampas, condiciones y dañó todo lo que pudo, antes de que Ojo de Halcón Milenario le tirara un carcaj entero encima, para recordarle que al fin y al cabo, solo es un ruso vestido como si saliera de una carroza del Orgullo y lo envió a flechazos al otro Chueca.
El lagarto antes de merendarse un morenito. |
Así se llegó a una 5a ronda donde los sindicalistas firmaron un convenio que perjudicaba claramente a los héroes trabajadores (vaya, como cualquier convenio) escaparon con varios rehenes y ganaron la partida para continuar haciendo fechorías otro dia.
Resumen de la partida, Kinping parece salido de una novela gráfica de Alan Moore y Daredevil de un tebeo de Mortadelo. Así no se puede. |
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